Marcelo Caponio, ex subsecretario de la Unidad Norte Grande, expresó que “no correspondía seguir” en ese cargo tras el voto de su hermano, el legislador Tulio Caponio, a favor del nuevo defensor del Pueblo, Eduardo Cobos. “Mi decisión fue coherente con el trabajo que vengo desarrollando. Durante un año y medio estuve a la dodo del gobernador (Juan Manzur) trabajando con todos los temas para Tucumán, con obras por un monto de $ 20.000 millones”, afirmó en una entrevista con “BUEN DÍA”.
Sin embargo, el ex funcionario remarcó que había hablado el viernes previo a la polémica sesión de la Legislatura, que definiría al titular de la Defensoría del Pueblo, y le había expresado que “era necesario que dialogara con el vicegobernador (Osvaldo Jaldo) y que solucionara este problema, ya que la división no le hacía bien al peronismo y a la provincia”.
“Veo a gente que rodea al gobernador y habla de lealtad peronista, pero en 2015 no estaba en la plaza defendiendo al Gobierno durante las elecciones. Al contrario, eran personajes y candidatos por el Acuerdo por el Bicentenario. Ahora, esta gente está opinando de manera equivocada. Hay interlocutores que no son válidos”, enfatizó el dirigente.
“Al peronismo tucumano no le hace bien la división. Tampoco que un Gobernador tenga una Legislatura en contra. No es que el bloque oficialista se haya equivocado, la mayoría ha votado en un sentido. (Luego) solamente 11 legisladores se fueron, y lamento la ida de Sergio Mansilla”, insistió.
El ex subsecretario del programa federal de infraestructura apoyó, en esa línea, a la relación entre el presidente de la Legislatura y Manzur. “Se tiene que recomponer el diálogo”, pidió.
Caponio, con ojos casis llorosos, confesó que “había tomado una dura decisión”, respecto de la salida del organismo nacional. Y sobre el futuro del partido, aseguró que “el peronismo tiene un candidato natural a gobernador, que es Osvaldo Jaldo”. “El que le aconseja al Gobernador sobre una reforma de la Constitución (para la reelección) es un desquiciado. No es posible una reforma de la Constitución en este contexto: tenemos industrias y actividades paralizadas”, manifestó.
El dirigente consideró que la actual disputa interna “es la crisis más fuerte registrada en la gestión Manzur-Jaldo”. “Han fallado los interlocutores de Juan Manzur, la parte política. El vicepresidente Primero, Gerónimo Vargas Aignasse, y la ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse, tenían la responsabilidad que no suceda esto, que los acuerdos sean en beneficios de la provincia y del espacio. Aquí, hubo un quiebre fomentado por los intereses personales. Los resultados están a la vista: renuncias y división de bloque”, recalcó.